Humor científico


HUMOR CIENTÍFICO. Autoras: Paula Rodríguez y Belén Tartaglia. La Lupa Nº 25, diciembre 2024, 40, 796-7360.


HUMOR CIENTÍFICO. Autoras: Paula Rodríguez y Belén Tartaglia. La Lupa Nº 25, diciembre 2024, 40, 796-7360.
Queremos aprovechar este espacio para homenajear y recordar a nuestro querido amigo y compañero de tareas Marcelo “Charango” Gutiérrez, de quien nos despedimos recientemente, el 24 de junio de 2024 (PORTADA).

Charango era oriundo de Haedo, en la zona oeste del Gran Buenos Aires, donde transcurrió parte de su vida. En 1986, realizó un viaje de mochilero a Ushuaia con su entonces amigo Wilson. Regresó a Haedo a preparar sus cosas y, en 1987, volvió a Ushuaia para quedarse. Comenzó a trabajar en la ciudad en el rubro electricidad, en su propio taller aplicando sus vastos conocimientos en el tema. Además, una de sus grandes pasiones era la náutica, disfrutaba de las salidas en su bote “Fisura”, desde donde barrenaba las olas del canal Beagle.
En 2001, ingresó a CADIC en la carrera de personal de apoyo de CONICET. A lo largo de los años colaboró con distintos grupos de trabajo, ofreciendo soluciones prácticas de todo tipo. Era especialmente hábil en imaginar y crear alternativas, construyendo “equipos artesanales” de medición y realizando reparaciones de instrumentos (FIGURA 1).

Efectuaba con pericia desde soldaduras hasta arreglos electrónicos específicos y muy delicados. Manejaba muy bien el torno y la soldadura. En su taller de CADIC atesoraba todo tipo de elementos en desuso, instrumentos y herramientas que luego sabía emplear con mucho ingenio. Le gustaba encontrarles nueva vida a los objetos, desde una junta del motor de un auto a la pava de un antepasado… él le reinventaba una función (FIGURA 2A). De este modo, a través de sus invenciones y reparaciones muchas investigaciones pudieron llevarse adelante. La labor de Charango en este sentido ha sido ciertamente relevante si se contextualiza el entorno geográfico donde nos desempeñamos: muchas veces enviar equipos a reparar al continente puede resultar bastante complejo. Así también nos ha brindado equipos alternativos con prestaciones similares a los desarrollados por empresas del exterior o soluciones de bajo costo respecto de reparaciones en proveedores.
Fuera del ámbito laboral, quienes lo conocimos podemos destacar su predisposición permanente a ayudar en lo que pudiera. Era una persona solitaria y testaruda, si se le cruzaba una idea era difícil que cambiara de opinión. Sin embargo, quienes establecieron un vínculo más cercano conocieron a una persona muy sensible y compañera, desprendida y generosa. Charango era amante del mar, del rock, del violonchelo, de elaborar artesanías, veladores y “artefactos” de cobre (FIGURA 2B). Además, era, como él mismo decía, fanático de “unas buenas burbujas” (traducido en un buen espumante) y priorizaba compartir buenos momentos con amigos. Solíamos escuchar sus frases comunes como el “más vale”, “olvidate” y verlo con su cigarrillo armado y música “al palo”.


Lo recordamos patinando sobre el hielo en su auto y con el freno de mano puesto sólo para divertirse. Lo imaginamos cruzando la Patagonia en moto, en ese último viaje que no llegó a hacer. Lo recordamos con sus buenos y malos humores, pero principalmente como en su despedida: brindando por disfrutar de la vida de la mejor forma y con un ¡hasta luego!
¿QUIÉN ES? Marcelo “Charango” Gutiérrez. Autores: Patricia Rodríguez y colaboradores.
La Lupa Nº 25, diciembre 2025, 44-45, 2796-7360.
La producción orgánica se basa en el uso de insumos orgánicos certificados y puede incluir monocultivos, mientras que la agroecología promueve un enfoque más integral con policultivos y fomenta el control biológico, la autoproducción de semillas y el uso de insumos realizados en la chacra (biopreparados). Por otro lado, la agroecología prioriza la economía social y solidaria sin necesidad de certificación externa, o con certificación participativa (FIGURA 1). En contraste, la producción orgánica en nuestro país se orienta principalmente hacia la exportación y depende de certificaciones cuyos costos son asumidos por los agricultores. Por último, en el ámbito social, la agroecología fomenta el cooperativismo y las asociaciones, frente a la producción orgánica con una mirada más hacia lo empresarial e individual.

Informar al consumidor es una tarea imprescindible en la agroecología. Es tan grande la desconexión que existe entre el ser humano y la naturaleza, que muchas veces no se tiene en cuenta que los alimentos que consumimos están sujetos no solo a las estaciones del año, sino a múltiples procesos productivos. Priorizar el consumo de alimentos locales y de estación es un compromiso que requiere un cambio de hábitos a la vez que nos brinda múltiples beneficios. Al cosecharse en su punto óptimo de maduración, se desarrollan en la planta con más sabor, perfume y nutrientes. Asimismo, requieren menos transporte que aquellos que provienen de otras regiones y, por lo tanto, emiten menos emisiones de carbono a la atmósfera, además de resultar más económicas. Por último, pero no menos importante, aportan a la economía local.
No podemos dejar de mencionar el acceso a la tierra como un tema que atraviesa transversalmente todo el proceso de producción de alimentos. El sistema de renta con contratos informales, o que vencen al año o a los dos años es incompatible con el sistema productivo agroecológico que busca mejorar la vida de los suelos y aumentar la biodiversidad a largo plazo.
La agroecología es ciencia, comunidad y movimiento:
¿y vos qué esperás para entramarte en la red agroecológica de tu localidad?
CIENCIA ARGENTINA ¿Qué es la agroecología? ¿Se come? Autora: Delfina Arancio Sidoti La Lupa Nº 25, diciembre 2024, 38-39, ISSN 2796-7360
En junio de 2024 hubo un agitado debate acerca del cambio del nombre del lago Acigami por el de Roca, abriendo la discusión sobre cuál sería la toponimia correcta de la geografía. Las ciencias sociales pueden aportar mucho a este debate, ya que estudian los usos sociales del paisaje y los nombres y significados que le asignan las comunidades a los espacios que habitan. Por ello, en este artículo, se enlistan algunos hechos relevantes.
El pueblo Yagán y sus ancestros habitan las costas del Onashaga (canal Beagle) desde hace al menos 7000 años, como lo prueban las excavaciones realizadas en varios sitios arqueológicos en Estancia Túnel, bahía Cambaceres y bahía Moat. Particularmente, en la jurisdicción del Parque Nacional de Tierra del Fuego (donde se encuentra el lago Acigami), fueron registrados un gran número de sitios arqueológicos que confirman la preexistencia de este pueblo en ese territorio.




El nombre Acigami aparece escrito por primera vez en 1883, en el mapa confeccionado por la Expedición Austral Argentina a cargo del explorador Giacomo Bove (FIGURA 1), encomendado por el gobierno de Julio A. Roca para recorrer y reconocer los territorios del sur. El nombre del lago aparece escrito en lengua yagán, registrando así la toponimia dada por los propios Yaganes, verdaderos conocedores de este territorio y maritorio.
Los topónimos indígenas suelen ser descripciones geográficas claras y únicas. En este caso, Acigami significa “bolsa o cesta alargada”, marcando la similitud de la forma del lago con las bolsas hechas con intestino de lobo marino que usaban los Yaganes para guardar diversos elementos, como pigmentos para pintarse la cara y/o el cuerpo (FIGURA 2).
En 1885 vuelve a aparecer el nombre Acigami en el primer mapa de la Gobernación de Tierra del Fuego e Islas Malvinas, como parte del Atlas del Instituto Geográfico Argentino. Pero en 1899 el nombre del lago es cambiado por el de lago Roca como parte del Tratado de demarcación de límites entre Argentina y Chile. En el Abrazo del Estrecho de Magallanes se decidió que el lago del lado chileno se denomine Errázuriz, por el presidente chileno, y el lado argentino Roca, por el presidente argentino.
Más adelante, en 1994, la provincia sanciona la Ley Provincial N° 180 que crea la Comisión Toponímica para “devolver los nombres otorgados por los indígenas fueguinos a la geografía provincial”, con el fin de reconocer y respetar la preexistencia de los pueblos originarios sobre el actual territorio nacional argentino (Art. 75 inc. 17 de la Constitución Nacional). Así es como en 2008 se recuperó el nombre Acigami para este lago (FIGURA 3), reconocido como el nombre originario por referentes de las comunidades yaganes argentinas y chilenas. Una acción orientada tanto a cumplir los derechos constitucionales de los pueblos originarios, como a revindicar la identidad cultural de Tierra del Fuego.
BREVE. Lago Acigami: el debate por el nombre. Autoras: Ana Butto y María Belén Colasurdo La Lupa Nº 25, diciembre 2024, 36-37, ISSN 2796-7360
El Cannabis sativa L. ha sido utilizado por miles de años en diversos contextos medicinales, rituales y alimenticios. Sus compuestos bioactivos, como los terpenos y cannabinoides, han despertado un gran interés por sus propiedades terapéuticas y nutricionales.
Desde la antigüedad, culturas como las de China e India empleaban extractos de C. sativa L. con fines medicinales (FIGURA 1). Con el tiempo, se han explorado nuevas aplicaciones, perfeccionado técnicas de cultivo y consumo, y más recientemente, ha aumentado el interés en su uso en alimentos y bebidas por sus beneficios potenciales.




La gastronomía cannábica utiliza los compuestos bioactivos de la planta (FIGURA 2), como terpenos y cannabinoides, para ofrecer alimentos con propiedades terapéuticas. Los terpenos, además de aportar aromas y sabores, potencian los efectos beneficiosos de los cannabinoides como el THC y el CBD. Los comestibles a base de cannabis, como aceites, harinas, mantequillas y extractos, ofrecen una vía alternativa de administración medicinal y contribuyen a la nutrición, gracias al contenido de ácidos grasos esenciales y proteínas presentes en las semillas de C. sativa.
Estos productos ganan valor en la gastronomía funcional por su capacidad para aliviar el dolor, reducir la inflamación y promover el bienestar a través de la alimentación.
El uso de C. sativa en la gastronomía es una forma innovadora de aprovechar sus beneficios, respaldados por investigaciones que destacan la eficacia de sus componentes bioactivos en el tratamiento de diversas condiciones. Esto permite integrar salud y alimentación, facilitando que más personas accedan a los efectos terapéuticos del cannabis de manera segura.
En Ushuaia, se han desarrollado iniciativas enfocadas en la producción de alimentos y suplementos a base de C. sativa (como la cooperativa Cannelo TdF). Estas iniciativas cumplen con los estándares bromatológicos locales y garantizan la calidad en todas las etapas de cultivo y almacenamiento. Además, buscan optimizar el uso de recursos locales, como sustratos y nutrientes, mientras desarrollan material informativo sobre cultivo y gastronomía cannábica. Esto incluye la elaboración de manuales de buenas prácticas y la difusión de conocimiento sobre el uso de residuos locales, como el bagazo cervecero, además de fomentar la práctica del compostaje en la región.
C. sativa L. es una planta con diversas cualidades terapéuticas, usándose la planta en su estado natural o sus extractos para tratar síntomas de enfermedades y otros trastornos. También es considerada fuente de alimento y desempeña un papel central en distintas tradiciones culturales. La efectividad del cannabis está bien establecida en el tratamiento de náuseas, vómitos, anorexia, pérdida de peso y migrañas.
Además, existe buena evidencia sobre su utilidad en casos de espasmos musculares, dolor crónico, trastornos del movimiento y glaucoma.
Terpenos de Cannabis sativa L. y gastronomía en Tierra del Fuego Autora: Daniela Carla Domínguez Ahumada La Lupa Nº 25, diciembre 2024, 34-35, ISSN 2796-7360
COOPERATIVA CANNELO TDF cannelo.tdf@gmail.com

REINO: Animalia
FILUM: Arthropoda
CLASE: Insecta
ORDEN: Coleoptera
SUBORDEN: Polyphaga
FAMILIA: Curculionidae
TRIBU: Aterpini
GÉNERO: Aegorhinus
El “caballito”, también llamado “burrito” o “cabrito”, es una especie de insecto nativa de tamaño relativamente grande (hasta 3 cm de largo) y color marrón rojizo, oscuro y lustroso. Como sus hábitos son diurnos, solemos encontrarlo con frecuencia en los bosques de Tierra del Fuego, caminando lentamente por el suelo o sobre la vegetación. Al igual que todos los coleópteros, tiene el primer par de alas (o élitros) endurecido, formando una especie de caparazón. En esta especie, además, los élitros son rugosos y de color uniforme, con dos protuberancias cerca del extremo posterior, y están soldados entre sí, por lo que no vuelan.
Los machos y las hembras son similares en apariencia externa, aunque la hembra suele ser un poco más grande. El aparato bucal, que es masticador, se encuentra en el extremo de una prolongación larga y ancha llamada “rostro” (probóscide), dándole esa apariencia tan característica que origina su nombre.

Este insecto no es agresivo y no puede hacer daño al ser humano o a otros animales con sus pequeñas mandíbulas. Posee unas almohadillas en los extremos de sus patas que le permiten adherirse a los sustratos por los que camina. Cuando se siente amenazado, se queda inmóvil y se deja caer al suelo, haciéndose pasar por muerto, comportamiento que se denomina necro-mimetismo.


El caballito tiene su hábitat natural en los bosques andino-patagónicos de Patagonia Sur, pudiendo ser encontrado en las provincias de Tierra del Fuego y Santa Cruz en Argentina, así como en las provincias de Aysén, Última Esperanza, Magallanes y Tierra del Fuego en Chile.
El caballito, como muchos otros insectos, realiza una metamorfosis completa para llegar a su estado adulto. Luego de ser fecundadas por los machos, las hembras ponen los huevos en el suelo, cerca de los árboles. Cuando las larvas emergen, ingresan a los troncos a la altura del cuello de las plantas. Las larvas forman galerías poco profundas en la madera, que es su alimento (por lo que se denominan xilófagos), y al cabo de cierto tiempo de crecimiento y maduración (generalmente varios meses), forman una pupa de la que emergen como adultos.
Una vez completada esta transformación, salen de los troncos de los árboles a través de un orificio y se desplazan hacia arriba, ya que los adultos roen la corteza de ramas jóvenes y tiernas y de brotes para alimentarse. Se alimenta principalmente de árboles de lenga o ñire (Nothofagus pumilio y N. antarctica, respectivamente), pero también se lo ha observado cumpliendo su ciclo en árboles ornamentales de la ciudad de Ushuaia, principalmente de madera blanda.
No se lo considera una especie amenazada o en peligro, pero su supervivencia está íntimamente ligada al bosque y a los árboles que lo conforman. Su rol ecológico principal está asociado con el reciclado de materia y energía ya que, por un lado, sirven de alimento a las aves y otros depredadores (ej. zorro, visón), y por el otro, al alimentarse de la madera, contribuyen a su descomposición, facilitando el ingreso de hongos y otros patógenos a través de los orificios.

CURIOSIDADES 1
¿Sabías que el caballito era muy especial para el pueblo Selknam? Ellos lo denominaban “Kohlah”, y creían que era la reencarnación de un hombre sabio o hechicero. Es por ello que, cuando lo encontraban, no lo lastimaban, sino que lo trataban con mucho respeto, subiéndolo a una rama o tronco donde no pudiera ser pisoteado o dañado.
CURIOSIDADES 2
¿Sabías que hay especies parecidas al caballito que actúan como plagas? El “cabrito del ciruelo” o “de los arándanos” (Aegorhinus nodipennis), que se diferencia del caballito por ser más pequeño (hasta 2 cm) y tener los élitros lisos y de color negro con manchitas blancas en sus costados, así como en el rostro y en sus patas, ha sido encontrado en Tierra del Fuego atacando árboles añosos de algunas estancias cercanas a Río Grande.
En otros lugares de Argentina y Chile se lo considera dañino no solo en forestaciones, sino también en árboles ornamentales y frutales. Su ciclo de vida es parecido al del caballito, realizando galerías en la base de los troncos de los árboles. Dado que es una especie introducida, muy prolífica y con capacidad de colonización de gran cantidad de hospederos, su dispersión es riesgosa para el bosque nativo. ¡Esperamos tu aviso si te encontrás con alguno!

FICHA CIENTÍFICA Caballito – Aegorhinus vitulus. Autores: María Vanessa Lencinas y colaboradores. La Lupa Nº 25, diciembre 2024, 23-26, 2796-7360.
En octubre del 2021 se produjo el hallazgo fortuito de una radiosonda de origen alemán en la localidad de Tolhuin. Las radiosondas son instrumentos transportados por globos meteorológicos que cumplen la función de transmitir información atmosférica, como temperatura, presión y humedad, a un receptor-grabador que puede estar en tierra o en el agua (ej. barcos, submarinos). Los modelos modernos poseen localizadores GPS que permiten determinar su ubicación exacta. Sin embargo, en modelos antiguos, cuando el globo meteorológico explotaba a determinada altitud las radiosondas eran difíciles de recuperar, ya que no se podía calcular con exactitud su ubicación.
El artefacto se encontraba semienterrado y fue hallado mientras se realizaban tareas de desmonte por la empresa Forestal del Sur. La técnica forestal Hortensia Mansilla, quien halló el artefacto, se sorprendió al identificar en uno de sus componentes el grabado de un águila imperial montada sobre una cruz svástica. Este símbolo, conocido como Reichsadler, fue empleado como estandarte del Partido acionalsocialista de los Trabajadores Alemanes que gobernó el país germánico entre 1934 y 1945. A partir de la difusión de esta imagen en internet, rápidamente se publicaron artículos periodísticos en medios locales y nacionales que intentaban explicar cómo un artefacto “nazi” llegó a estas latitudes.
La radiosonda fue puesta a resguardo por agentes policiales en la Comisaría de Tolhuin y posteriormente fue entregada al personal de la Dirección General de Patrimonio y Museos y el Museo del Fin del Mundo con el fin de analizarla y describirla detalladamente.

¿UNA IDEA DESCABELLADA?
Entre los años 1938 y 1939 Alemania organizó la Tercera Expedición Antártica Alemana, con el objetivo principal de desarrollar la industria ballenera, ya que el aceite de ballena resultaba un insumo de vital importancia para la economía del país. En caso de lograr anexar parte del territorio antártico, Alemania establecería un enclave geo-estratégico y evitaría pagar impuestos balleneros a Noruega y Gran Bretaña.
La expedición estuvo comandada por el capitán Ritscher, miembro del Kriegsmarine, quien comandaba el barco Schwabenland, desde donde se lanzaron dos hidroaviones (Boreas y Passat) que tomaron fotografías aéreas y soltaron jabalinas con estandartes nazis en suelo antártico (FIGURA 1). Es muy probable hayan registrado datos ambientales, ya que la expedición contaba con la presencia de los meteorólogos Herbert Regula, Heinz Lange, Walter Krüger y Willhelm Gockel.
Considerando los antecedentes históricos, ¿es posible que el hallazgo de la sonda meteorológica esté relacionado con las actividades de exploración de la Antártida e islas sub-antárticas que fueron llevadas adelante por el ejército alemán?
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS POSEE LA RADIOSONDA HALLADA EN TOLHUIN?
La radiosonda hallada en cercanías de Tolhuin fue diseñada como un artefacto compacto (215 mm de alto, 170 mm de largo y 100 mm de ancho) y ligero, ya que sin las baterías pesa 785 g. Consta de tres secciones, un compartimento para la batería, un radio transmisor y un sector en donde se registran y codifican datos atmosféricos.
SECCIÓN 1: Compartimento cuadrangular de poliestireno expandido (conocido popularmente como “telgopor”), en donde se emplaza una batería de 4,5 voltios aislada por una lámina plástica (FIGURA 2). Los restos de un envoltorio de cartón que cubren internamente la caja de poliestireno expandido poseen el logo “Pertrix” e inscripciones en alemán. Este hallazgo resulta interesante, ya que la empresa alemana “Varta-Pertrix”, fundada en 1887, fue proveedora del ejército germánico durante la Segunda Guerra Mundial (SGM). La batería alimentaba a la válvula que se describe a continuación, como parte del radio transmisor.

SECCIÓN 2: Radio transmisor: es una caja plástica donde se ubican bobinas con alambre de cobre, resistencias y una válvula RV 2,4 P 700, que posee sello de fabricante: “Valvo” (FIGURA 3).

Esto indica que fue elaborado por la empresa Philips Valvo Werke, que produjo válvulas para el ejército alemán (Wehrmacht) a partir de 1939, con una escala en la producción con fines militares luego de 1943. La válvula posee la inscripción Wehrmacht Eigentum, que significa “propiedad del ejército” y tiene grabada el águila imperial montada sobre la esvástica. También, el tubo posee en la parte inferior de la Reichsadler, las siglas “Wa.A 745”, que refieren a Heeres-Waffenamt, la Oficina Central de Armamento del Ejército de Alemania, la cual funcionó hasta el final de la SGM. El número “745” es posiblemente una referencia a la estación de inspección en donde se examinó la válvula (FIGURA 3). En la parte inferior de la caja plástica se encuentran grabadas palabras y abreviaturas en idioma alemán, que permiten identificar la función de esta parte del artefacto como un radio transmisor (FIGURA 4).

SECCIÓN 3: Compartimento de registro y codificación de datos atmosféricos: esta parte del artefacto se encuentra compactada en una caja cúbica de aluminio y es la que presenta peorestado de conservación. Se observa una rueda, que se desplazaba de acuerdo a los cambios de presión barométrica y registraba este dato. También se identifica un sensor de humedad, que sobresale de la caja y carece de la “chimenea” de aluminio que lo cubría (FIGURA 5).

Luego de identificar los diferentes elementos que componen el artefacto, continuamos la investigación mediante el relevamiento de catálogos y manuales de radiosondas en busca de un modelo que contuviera los mismos componentes. Como resultado, reconocimos una serie de modelos que podían coincidir con el tipo de radiosonda recuperada en Tolhuin, pero no pudimos determinar con certeza a cuál de ellos correspondía. Por este motivo, nos contactamos con personal del Wettermuseum (Lindenberg, Alemania), donde conservan diferentes modelos de radiosondas. Su aporte fue clave, ya que señalaron que probablemente se trataba de un artefacto fabricado a mediados del siglo XX por la empresa “Graw y Sprenger”. Para verificar esta información consultamos a la empresa fabricante y corroboramos que se trataba de una radiosonda de origenalemán, modelo Graw H50, que se comercializó a partir de 1950 (FIGURA 6).

La empresa “Dr. Graw Messgeräte” (actualmente denominada “Graw Radiosondes”) fue fundada por el Dr. Josef Graw en 1938 y originalmente tuvo sede en Berlín. Una vez finalizada la SGM, la compañía se trasladó a Núremberg y junto con la firma “A. Sprenger” desarrollaron el modelo Graw H50, que se fabricó hasta 1965, fecha a partir de la cual fue reemplazado por el modelo M60.
Debido a que el modelo de radiosonda Graw H50 se habría comenzado a fabricar de forma inmediatamente posterior a la SGM, es probable que los componentes utilizados para su manufactura hayan sido producidos originalmente con fines militares, como lo evidencia la inscripción “Wehrmacht Eigentum” (propiedad del ejército alemán) que puede observarse en la válvula. Una vez finalizada la SGM, este tipo de válvulas y otros componentes, habrían sido reciclados para continuar fabricando radiosondas destinadas al registro de datos meteorológicos.
Los resultados obtenidos a partir del análisis de la radiosonda nos advierten de la importancia de contrastar la información difundida en medios de comunicación con fuentes históricas y técnicas verificadas. Asimismo, genera una serie de nuevas preguntas ¿quién adquirió la radiosonda? ¿desde dónde y con qué objetivos fue lanzada? La investigación continuará….
ARTÍCULO PRINCIPAL
¿Espionaje nazi en Tierra del Fuego? Autores: Lucas Turnes y colaboradores. La Lupa Nº 25, diciembre 2024, 2-7, 2796-7360.
Nombrando los espacios
Una parte ineludible de la investigación del territorio pasa por ponerle nombres a los lugares que lo componen, sean estos poblaciones, accidentes geográficos, rutas y caminos, o enclaves de alto valor simbólico. Se conoce como toponimia a la disciplina lingüística que estudia el origen y evolución de los nombres de los lugares (topónimos).
En general, asumimos que esa tarea no es nuestra, que las cosas y lugares se llaman como se llaman, que en tiempos pasados otros eligieron esos nombres con buenas razones y a nosotros, en el presente, solo nos queda seguir la costumbre. Pero lo cierto es que la historia dio muchas vueltas y que, como reza el dicho popular “la escriben los vencedores”, lo cual además de ser cierto, expresa un enorme sesgo.
Para algunos pueblos ancestrales, un nombre es algo más que un rótulo colgando de las cosas. Es el alma de lo nombrado, y si, se pierde ese nombre… En la actualidad hay un esfuerzo por restaurar toponimias previas a la colonización europea de Tierra del Fuego.
Así, en este número de La Lupa encontramos artículos que nos traen información y reflexión sobre los nombres que usamos en nuestro territorio. Además, se develan misterios de sondas nazis y tenemos un acercamiento a una problemática de productores ovinos locales. La variedad en nuestras secciones clásicas (y no tan clásicas) invitan a recorrer este número de La Lupa con la curiosidad de siempre.

Usualmente al término patrimonio documental bibliográfico se lo relaciona sólo con los fondos antiguos de las colecciones. Pero su concepto abarca mucho más que las edades de los materiales.
El patrimonio documental bibliográfico está constituido por todos aquellos documentos que tienen valor histórico, artístico, científico, literario y cultural de una provincia, nación o del mundo.
Dentro de estos documentos se pueden encontrar manuscritos, libros, revistas, periódicos, folletos, fotos, mapas, sellos postales, grabados,entre otros.
En este sentido, no solo documentos antiguos cobran relevancia patrimonial, sino cualquier otro que acredite la identidad, cultura e historia de un lugar. Algunos autores consideran que el patrimonio documental bibliográfico se puede clasificar en tres grandes grupos según su antigüedad y sus características externas (inherentes al contexto) e internas (inherentes al documento).
Las características externas del patrimonio documental bibliográfico están dadas por el contexto social y cultural de la institución que toma en cuenta el folclore, tradiciones y actividades artesanales, obras de autores y creadores de la región en distintos campos (literatura, música, pintura), información sobre autores y creadores locales, regionales y nacionales, o de otras regiones que
hayan influenciado el desarrollo social o cultural del municipio, la región o el país; e información sobre aspectos políticos y económicos que marcaron la comunidad.
Dentro de las características externas, se puede clasificar al patrimonio por su espacio-territorialidad, que implican a todos aquellos documentos que responden al material donde tuvo su origen, importancia para la región; el lugar de creación es un atributo clave, pues aporta información fundamental sobre y de la localidad. Y, el valor simbólico o personas de la región que son documentos con determinadas características como: dedicados por su autor (FIGURA 1); anotaciones de personas célebres: ex libris o sello famoso, ya sea de alguna personalidad notable o de una biblioteca importante.
Dentro de esta clasificación, y como ejemplo, se encontró en Tierra del Fuego la segunda edición de la obra literaria perteneciente al autor fueguino y ex director de la Biblioteca Nacional Argentina “Mariano Moreno”, José María Castiñeira de Dios, Del Ímpetu Dichoso (1944, FIGURA 2). Fue donada y dedicada por él, a la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento de la ciudad de Ushuaia en 1948.
Esta clasificación responde a toda clase de documentos que cobren importancia histórica o cultural para la región o localidad en que tuvo su origen. Se halló en el Museo de la Ciudad perteneciente a la Municipalidad de Ushuaia la “Primera Sesión de la Honorable Convención Constituyente” (1991, FIGURA 3 y 4), escrito que se
encontraba en el libro de visitantes de la Escuela N° 1 Domingo Faustino Sarmiento.
A modo de conclusión de este artículo, al Patrimonio Documental Bibliográfico no solo se lo valora según la antigüedad del documento, sino también por otros factores relacionados con la
historia y la cultura de su origen. Es necesaria la toma de conciencia sobre la valoración documental; y a su vez generar planes de acción
en cuanto a capacitación de reconocimiento de documentos patrimoniales, conservación preventiva de colecciones y preservación digital.



BREVES
El patrimonio documental bibliográfico según sus características externas en Tierra del Fuego
AeIAS. ¿A qué se considera Patrimonio Documental Bibliográfico? Autora: Romina Birari. La Lupa Nº 25,
diciembre 2024, 28-29, 2796-7360.

El cauquén común es una especie residente de la provincia de Tierra del Fuego. Se reproducen en los meses de verano y luego parte de sus poblaciones migran al norte, hasta las provincias de La Pampa y Buenos Aires.
Es un ave que presenta un dimorfismo sexual marcado, por lo que podemos diferenciar a la hembra y al macho fácilmente. La hembra tiene cabeza y cuello de color marrón a diferencia del macho que es de color blanco.
ILUSTRACIÓN CIENTÍFICA
Cauquén común (Chloephaga picta). Ilustradora: Amira Salom. La Lupa
Nº 25, diciembre 2024, 27, 2796-7360.